Cuando se trata de un tratamiento de ortodoncia, todos queremos los mejores resultados en el menor tiempo posible. Pero, ¿es la velocidad el único factor a considerar?
Nos adentraremos en el debate de rapidez versus elegir el tratamiento correcto. ¿Qué opinas?
Como alguien que siempre ha priorizado una buena higiene bucal, entiendo la importancia de encontrar un tratamiento que no solo alinee los dientes, sino que también mantenga su salud y se adapte a mis necesidades. Vamos a descubrir los beneficios del tratamiento de ortodoncia y los diferentes tipos disponibles. Comencemos por lo más básico:
Es una rama de la odontología que, según la Sociedad Española de Ortodoncia y Ortopedia Dentofacial (SEDO) “estudia, previene y corrige las alteraciones del desarrollo, las formas de las arcadas dentarias y la posición de los maxilares, con el fin de restablecer el equilibrio morfológico y funcional de la boca y de la cara, mejorando también la estética facial”.
Esta rama de la odontología ofrece una variedad de soluciones personalizadas. Ya sea que se trate de brackets tradicionales u opciones más discretas como alineadores invisibles, la ortodoncia puede ayudar a lograr los resultados deseados. No solo mejora la estética de la sonrisa de una persona, sino que también crea una mordida más saludable mejorando la salud oral en general.
La efectividad del tratamiento de ortodoncia es visible desde el principio del proceso. A medida que los dientes se van moviendo gradualmente hacia las posiciones correctas, los resultados se vuelven aún más evidentes. El tiempo del tratamiento dependerá del problema inicial que presente el paciente, ya que no es lo mismo un diente “un poco torcido” a una maloclusión.
En el mercado existe una gran cantidad de tratamientos que ofrecen resultados en poco tiempo, pero en Tanden-t siempre recomendamos a nuestros pacientes lo que mejor se adapte a sus necesidades, aunque eso implique un tratamiento un poco más largo. Esto lo detallaremos más adelante para aclarar todas tus dudas.
El tratamiento de ortodoncia puede estar clasificado de la siguiente forma:
Ortodoncia preventiva
Trata de prevenir maloclusiones y actúa antes de que aparezcan los problemas. Suele aplicarse a partir de los 5-6 años. Dentro de los procedimientos que se realizan en esta etapa preventiva, encontramos los mantenedores de espacio debido a la pérdida prematura de dientes temporales, bien sea por caries o por algún traumatismo, y así mantener la correcta posición hasta que aparezca el diente definitivo.
Ortodoncia interceptiva o funcional
Su función es esquelética y modifica el patrón de crecimiento de los maxilares. Es aplicada cuando aparecen los primeros signos y todavía se está a tiempo de corregir y tomar medidas para evitar que evolucione desfavorablemente. Suele aplicarse a pacientes entre los 6 y 11 años de edad.
Algunos de los problemas que se pueden comenzar a corregir en este punto son: mordidas cruzadas, paladar estrecho, sobremordida, problemas funcionales (deglución atípica, respiración bucal) y malos hábitos como la succión digital.
Ortodoncia correctiva
Trata las maloclusiones producidas por malposición dentaria con el uso de aparatología fija. Su objetivo es devolver la normalidad morfológica, funcional y estética. Aunque no existe límite de edad, la edad ideal para este tratamiento en niños es entre los 11 y 16 años, por lo que también se aplica en adultos.
Corregir la alineación de los dientes mediante un tratamiento ortodóntico personalizado puede ofrecer una multitud de ventajas para la salud bucal. Desde corregir dientes mal alineados hasta abordar una mordida defectuosa, los planes de tratamiento están diseñados para obtener los mejores resultados para cada paciente.
No solo mejora la apariencia de la sonrisa, sino que también contribuye a la salud oral en general. Al alinear correctamente los dientes, se reduce el riesgo de caries dental, enfermedad de las encías, pérdida de hueso y otras complicaciones dentales. También facilita el cepillado, el uso de hilo dental y asegura que los dientes encajen correctamente al masticar o hablar. Además, como hemos mencionado anteriormente, proporciona resultados efectivos y visibles desde el principio.
Los estudios han demostrado su capacidad para corregir maloclusiones, mejorar la respiración nasal y la calidad del sueño. Nos ayuda a mejorar la masticación y proteger los dientes evitando posibles fracturas. Y por último, pero no menos importante, contribuye al bienestar personal. En muchos casos ayuda a mejorar la autoestima, mejorar el habla y la pronunciación, por lo que ayudará a relacionarse socialmente.
Ahora que hemos comprendido los beneficios del tratamiento y los posibles resultados que puede proporcionar, veamos los tipos de tratamiento disponibles y sus características principales.
Hoy en día, la oferta en tratamientos es cada vez mayor, por lo que explicaremos brevemente cada una y en qué casos se recomiendan.
Es aquella que no te puedes quitar, mejor conocida como “brackets”. Recomendada para cerrar espacios entre los dientes, maloclusión, corregir malposiciones o dientes rotados.
Brackets externos: sin duda, los metálicos son los más populares debido a su relación calidad precio. En la actualidad son más pequeños y estéticos y podemos encontrarlos con materiales plásticos, cerámica o zafiro.
Los metálicos siguen siendo los más elegidos al ser más económicos, resistentes y porque solucionan el mayor número de problemas.
Los estéticos por norma general aumentan la fricción del sistema por lo que ralentiza el tratamiento. Existen múltiples tipos como cerámicos, de zafiro, porcelana, zirconio, etc.
Ortodoncia lingual: los brackets son colocados en la parte interior de la arcada dental, quedando libre la superficie exterior de los dientes. Muchas personas se decantan por esta opción por estética, ya que el “aparato” no se aprecia en ningún momento. Se pudiera considerar como un método de ortodoncia fija e invisible.
Debemos tener en consideración la aparición de llagas en la lengua y si no se tiene una correcta rutina de higiene, pueden aparecer manchas en los dientes, además de mucha mayor posibilidad de pérdida ósea en aquellos dientes por la mala higiene que provoca la colocación de brackets en posición lingual.
Como su nombre indica, esta sí se puede quitar en determinados momentos y volverla a poner. Se recomienda para corregir mordidas cruzadas, la expansión de los maxilares y apiñamientos dentales leves.
Ortodoncia invisible: Consiste en dos férulas transparentes muy estéticas, casi imperceptibles.
Existen muchas técnicas de ortodoncia invisible. Lo más conocido es Invisalign por ser pionero en el sistema y por ello el que más innovación presenta y más experiencia tiene.
Cabe destacar, que hay técnicas de ortodoncia que presumen de resolver los casos en tiempo récord y ser los más rápidos del mercado, pero hay que tener en cuenta que “volar” en un tratamiento de ortodoncia puede traer consecuencias muy negativas e irreversibles.
Entendemos que el tiempo de tratamiento es un elemento muy importante para muchas personas a la hora de tomar la decisión, pero debemos eliminar esa falsa creencia de que un tratamiento más rápido nos reportará mejores resultados. ¡Nada más lejos de la realidad! Cada paciente es un mundo y cada uno tiene una problemática que requerirá un tiempo para resolverla.
Para asegurar resultados óptimos, es importante mantener una buena rutina de higiene bucal y seguir las instrucciones del ortodoncista. La investigación y la experiencia de aquellos que han dedicado su carrera a ayudar a otros a lograr la sonrisa deseada son evidencia de la efectividad de este tipo de tratamiento. Desde brackets tradicionales hasta alineadores invisibles, hay una variedad de opciones para elegir, lo que permite a los pacientes seleccionar el método que mejor se adapte a sus necesidades y estilo de vida. Además, recuerda que es fundamental mantener una buena rutina de higiene bucal para garantizar resultados duraderos.
Después de explorar el mundo de la ortodoncia y profundizar en el debate de velocidad versus eficiencia, está claro que la preferencia personal desempeña un papel significativo en la elección del tratamiento adecuado, pero no debemos dejar de lado las recomendaciones de nuestro dentista. Si bien algunas personas pueden priorizar una solución más rápida, otras pueden valorar la efectividad a largo plazo. En las Clínicas Dentales Tanden-t siempre recomendamos esta última; efectividad a largo plazo, no es una competición.
Es fundamental consultar con un ortodoncista experimentado que pueda guiarte a través de las diferentes opciones de tratamiento disponibles. Desde brackets tradicionales hasta alternativas más nuevas como alineadores transparentes, la efectividad de estos tratamientos puede variar según los casos individuales. En última instancia, la duración del tratamiento ortodóntico puede variar desde unos pocos meses hasta varios años, según la complejidad del caso. Recuerda que la salud no es un juego, ni es una competencia entre tratamientos para determinar el más rápido, el objetivo siempre será resolver el problema, cubriendo las necesidades reales y personales de cada paciente.